Soy de Buenos Aires, donde a la gente le encanta reunirse con amigos, colegas, socios comerciales e incluso desconocidos para tomar un café. Allí, pasamos horas hablando de cualquier cosa y de nada, tratando de resolver todos los problemas del mundo.

Antes de los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles, la servilleta de papel del bar o café era el espacio para anotar conclusiones, ideas y recordatorios importantes, e incluso hoy día, los garabatos, en papel o digitales, siguen siendo muy poderosos. A menudo, era incluso necesario pedirle prestado el bolígrafo al camarero.

Ese pequeño papel requería que uno fuera lo suficientemente inteligente con el espacio: solo una imagen, unas pocas palabras o frases, tal vez un nombre o dos. Las servilletas se convirtieron en recuerdos de conversaciones importantes para llevar a casa y analizarlas más tarde. Y todavía conservo algunas.

Ojalá estés de acuerdo en que hablar y colaborar con otros es una excelente manera de procesar nuestros pensamientos, dar rienda suelta a la creatividad, dar paso a más posibilidades y, en última instancia, avanzar y alcanzar nuestras metas.

De esto se trata The Napkin Coach : ayudarte a crecer y prosperar, un café a la vez, una servilleta a la vez .